Un importante grupo de lideres políticos, intelectuales, académicos, del mundo de arte y de organizaciones sociales envió una carta al Presidente de la República pidiendo la recuperación del litio.
Entre estos se desatacan el dirigente socialista Jorge Arrate, el actor Daniel Alcaíno, los economistas Orlando Caputo, Hugo Fazio, Gonzalo Martner, Roberto Pizarro y Andrés Solimano; el Alcalde Daniel Jadue, el vocero de no +AFP Luis Mesina; los premios nacionales Gonzalo Díaz, Miguel Lawner y Raúl Zurita, entre otros.
En la carta le expresan su expectación y preocupación por la próxima publicación de la Política Nacional de Litio. Al respecto dicen:
“El país conoce la millonaria campaña en curso de presiones a su gobierno, para que extienda el control de las empresas privadas que actualmente explotan el litio chileno, más allá del vencimiento de sus contratos vigentes. Ello es contrario a los intereses de Chile. Por añadidura, la principal arrendataria sigue controlada por un grupo cuestionable ligado a la dictadura. Rechazamos este propósito antinacional de modo rotundo.”
Luego recuerdan que el Programa de Gobierno “ha comprometido la plena recuperación del rol del Estado en la explotación del litio, en concordancia con el mandato constitucional de la nacionalización del cobre de 1971, refrendada por la legislación que lo declaró no concesible en 1979, y por la Comisión Nacional del Litio que en 2015 recomendó reservar su explotación de modo exclusivo a empresas del Estado o asociaciones público-privadas de su propiedad mayoritaria y control absoluto.”
También plantean que este Gobierno tiene la oportunidad histórica de crear la Empresa Nacional del Litio como filial de alguna de las mineras estatales, limitando la participación de privados a espacios minoritarios asociados a proyectos específicos con cuotas y plazos conocidos y delimitados.
Vital importancia se le asigna a la explotación del Salar de Atacama, el cual tiene el 90% de las reservas nacionales y un gran impacto en el patrimonio para el Estado.
Por último, los firmantes abogan por lograr este objetivo, el cual es visto como un homenaje de este gobierno al principal legado económico del Presidente Salvador Allende, en el cincuentenario de su sacrificio en La Moneda en aras de la lealtad de su pueblo.