La dirigencia política de la izquierda y del progresismo debe ceder y actuar con desprendimiento y sentido histórico.
Plataforma Socialista, un espacio político de reflexión y debate político en el cual participan mujeres y hombres que se sienten, piensan y comparten los valores del socialismo chileno, quiere expresar su visión frente al momento político, en particular sobre lo estratégico, como es el tema de la conformación de la lista de constituyentes.
Luego del trascendental y categórico resultado del plebiscito del 25-O, la ciudadanía ha dado un mandato claro de avanzar hacia una nueva Constitución que deje atrás el neoliberalismo y que la nueva Constitución sea escrita por una nueva representación política que exprese con fidelidad a la sociedad y el pueblo que emergió el 18 de octubre de 2019 y se expresó en el 80% del Apruebo.
En la conformación de la lista de Constituyentes, en su amplitud, programa, unidad y representación está en juego la legitimidad misma del proceso constituyente.
Respecto de la unidad. Es absolutamente necesario que los partidos políticos de la izquierda y de la centroizquierda, a partir de un conjunto de objetivos mínimos definidos como piso de un proyecto político constitucional anti neoliberal, procuren favorecer una unidad amplia realizando actos concretos de desprendimiento en la conformación de la lista constituyente, de modo que podamos aspirar a una gran victoria en la elección de delegados convencionales el 11 de abril de 2021, que capitalice y proyecte el triunfo del 25-O.
En los partidos legalmente constituidos hoy recaerá de manera decisiva la conformación e inscripción de la lista de constituyentes. Esta deberá expresar con claridad la voluntad de cambio profundo que se expresó en el Apruebo. En el marco de dicha perspectiva se debe hacer el mayor esfuerzo de convergencia y despliegue de una estrategia político-electoral inteligente y efectiva para alcanzar los 2/3 que demanda el cambio constitucional. El plebiscito mostró que es posible alcanzar esa mayoría, pero para ello el pueblo debe ver en los partidos políticos tradicionales y emergentes, esa real voluntad de desprendimiento, unidad y de integración de la nueva sociedad que quiere expresarse y verse representada.
Respecto a la participación de la sociedad civil y del mundo popular en las listas de constituyentes. Resulta alarmante y una grave irresponsabilidad política, que a esta fecha y frente a los exiguos plazos restantes para la inscripción de candidaturas, prevalezca una gran incertidumbre sobre las posibilidades de representación y de participación que tendrá la sociedad civil y el mundo popular e independiente en la Convención Constitucional.
Se debe reiterar que fue la ciudadanía protagonista del estallido social del 18 de octubre de 2019, expresada en las organizaciones y movimientos sociales que durante semanas y meses se han mantenido activos en las calles, incluso en condiciones de pandemia, con miles y miles de cabildos y asambleas territoriales que se han realizado y realizan por todo Chile; la que hizo posible, con supremo sacrificio de víctimas, esta extraordinaria oportunidad histórica.
Por tanto, no sólo tienen pleno derecho a estar directamente representada y en justa medida en la Convención Constitucional, sino que es absolutamente necesario que sea así, pues radicará en ello la legitimidad social y el respaldo que tendrá el texto constitucional que de allí emane.
Se debe ser claro y categórico: si la nueva Constitución no refleja las aspiraciones de la mayoría movilizada, la crisis de legitimidad institucional prevalecerá y continuará arrastrándose, expresándose en nuevos estallidos sociales y postergando el desarrollo democrático, justo e inclusivo de Chile.
Por lo anterior, exigimos de manera perentoria a los partidos políticos de izquierda y centroizquierda que declaren expresamente su renuncia a la gran mayoría de los cupos de la lista de constituyentes a la convención y los cedan al mundo social y popular; a representantes legítimos del 18-O, que es donde radica la fuente originaria de la legitimidad constituyente de este proceso histórico en marcha.
Respecto de los pueblos originarios. Resulta muy grave que a la fecha prevalezca la indefinición y la incertidumbre respecto de la debida representación directa y garantizada que merecen los pueblos indígenas en la Convención Constitucional, al igual que las personas discapacitadas. Lo decimos sin tapujos: si los pueblos originarios no están debidamente representados en el proceso constitucional, eso por sí mismo supondrá un fracaso, pues se habrá desperdiciado una oportunidad única de comenzar a resolver esta grave omisión y deuda que arrastra el Estado chileno con los pueblos indígenas, avanzando hacia un Estado plurinacional.
Las condiciones generadas por la pandemia, así como una demorada legislación sobre la participación de dirigentes sociales e independientes, ha dejado en manos de los partidos políticos hoy existentes la principal responsabilidad en la inscripción de las listas de constituyentes. En ellas deben predominar el mundo social y popular que se ha expresado en cabildos, movimientos sociales y organizaciones territoriales. En este contexto, se deben generar mecanismos participativos para la elección de los/as candidatos/as a constituyentes.
La elección de constituyentes no es una elección más. No puede ser vista y asumida de esa forma. En la futura Convención Constitucional estarán en juego definiciones que marcarán el desarrollo del país por varias décadas. Es la hora de la responsabilidad, de la generosidad y de la unidad social y política. Una unidad con contenidos y que recoja la voluntad transformadora que se expresó en el plebiscito reciente y en la movilización abierta por el pueblo a partir del 18 de octubre de 2019.
Santiago, 25 de noviembre de 2020
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