El 19 de octubre de 2019 Chile amanecía sitiado. Un hito espeluznante que abría una nueva arista dentro de los 30 años de transición democrática. Normalidad que, por primera vez, parecía estar en tela de juicio. No solo era una revuelta inminente que comenzaba a asomarse en las distintas capitales regionales, sino que también se respiraba un aire crispado que avizoraba la magnitud de los cambios que atestiguábamos: el descontento general, las ganas de manifestarse, el sentimiento colectivo de que las cosas deberían ser de otra manera. Una mezcla de expectación, nerviosismo y ansiedad que se actualizaba a medida que las noticias de radios y televisión daban cuenta de la escalada de los hechos. No solo era en mi barrio, la cuadra o la capital. Era algo nacional. El revuelo del hartazgo se convertía en un cambio epocal que recorría el país en toda su dimensión. Y parecía no haber pie atrás. Era la revuelta de octubre que a través de un estallido social demostraba la profun- didad del modelo neoliberal, el daño, descontento y malestar frente a este, pero a la vez el hastío por la desvinculación de la clase política respecto de las necesidades concretas y materiales de las personas, con el derecho a vivir una vida digna y la nece- sidad de volver a disputar el sentido colectivo de la política. Un estallido que hacía nuevamente adentrarnos en la pregunta por lo que deseamos, por lo justo y digno. El revés de todo aquello es el neoliberalismo. El análisis frente a las bases, origen y racio- nalidad neoliberal que se explicita como antagónica al sentir popular de la revuelta de octubre es, justamente, el argumento central de El gran ensayo.
Prólogo.
El desmonte neoliberal: tres claves de lectura y un proyecto de cambio Luna Follegati Montenegro
Bình luận