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  • Foto del escritorAldo Frites

Por qué un impuesto provisorio a los super ricos, columna de Jaime Bravo Campos

En el debate público, la iniciativa parlamentaria que plantea un impuesto provisional a los súper ricos, es denostada por quienes se oponen a cualquier iniciativa que, perciben, afecta negativamente los intereses de los que más tienen. El argumento se reviste de carácter técnico y sostiene que, el alza de los impuestos afecta la disponibilidad de recursos de inversión y afecta el crecimiento de largo plazo. Dicho argumento, sin fundamento en los datos ni evidencia a escala nacional o internacional, se sostiene sobre un cierto sentido común, que relaciona inversión y empleo.

 

Para contraponerse a ello es preciso hacer una revisión detallada de varios aspectos, para hacerse cargo de lo falaz del argumento.


Lo primero es que existe evidencia que la relación negativa de impuestos a la riqueza y caída de la inversión no corresponde, por ejemplo, al período de más altos impuestos a la riqueza en los Estados Unidos, que coincide con el más alto crecimiento.


Del mismo modo, aplana la noción de inversión indiferenciando las colocaciones en la economía de casino (especulación financiera), que no construye nada, y gana en las oscilaciones de la economía, respecto de actividades reales que son las que generan el empleo que tiende a preocupar a la ciudadanía (en general no se manifiesta preocupación por la situación de empleo de los corredores de bolsa). Hoy es claro que la mera circulación de recursos financieros no determina el movimiento real de la economía ni la competitividad de la oferta de bienes y servicios de una economía particular.


Del mismo modo, desconoce el cada vez más intenso flujo financiero por las fronteras internacionales. Con ello, no es evidente que la mantención de recursos en manos de súper ricos determine un incremento en la inversión en el país y no mayores colocaciones en el exterior.


Cada uno de los grupos que explican, en el 0,1% de la población, el control equivalente al 22,5% del PIB son transnacionales en manos de chilenos, con inversiones, tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales. Algunos de ellos además operando a través de paraísos fiscales al menos para partes de sus activos, lo que incluye a la familia del presidente de la república.


Entonces, es necesario comprender que, las fortunas del 1% más acaudalado concentran el 26,5% de la riqueza, con un ingreso para una familia de 3 personas de 250 millones de pesos. Cuanto de estos recursos se destinan y usan en el país y cuanta se ocupa y genera potencialmente empleo en otros países. Del mismo modo, cuanta de la que permanece en el país lo hace en el sector financiero y cuanta se destina al sector real de la economía, con esperanza de generar nuevos empleos (los cambios de propiedad de activos no generan empleos)


El carácter provisional se funda en la evidencia de ganancias extraordinarias en períodos de crisis, mientras la población enfrenta restricciones mayores, que comprometen su supervivencia. Este es el fundamento del carácter provisional de la medida. Ganancias extraordinarias deben ser objeto de cargas extraordinarias, pues no obedecen a una buena gestión sino a condiciones excepcionales que el propietario no controla ni genera.


¿Basta que sea provisorio?


Sin embargo, las aristas de la concentración de la riqueza obligan a preguntarse por el impacto permanente sobre la actividad económica de la concentración de la riqueza y el capital. El incremento del peso de un actor sobre la economía, genera un peso que termina actuando sobre la competitividad de los mercados. Por ejemplo, en la concentración del retail. Asimismo, hace evidente que el peso de la concentración de la riqueza termina afectando la capacidad de tomar decisiones en el interés general. Esto es siempre con relación al tamaño de la economía.


Obviamente este problema se agudiza en una economía de pequeño tamaño. A saber: La fortuna reconocida por Forbes a Irene Fontbona (Luksic) de 23.300 millones de dólares representa el equivalente a un 8,8% del valor total del PIB. Eso quiere decir que su comportamiento económico impacta sobre la actividad del país de modo importante y su capacidad de Lobby es también muy significativa. Como referencia, Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta, posee 113.000 Millones de dólares como patrimonio. Pero eso representa un 0,51% del PIB de Estados Unidos. Es decir, la familia más rica de Chile tiene un peso en su economía que es 17,3 veces más grande que lo que tiene el hombre más rico en su propia economía. Si no se contiene esa riqueza, no por una vez sino de manera permanente, esta seguirá creciendo hasta hacer difícil el proceso de igualación democrático ante tanta desigualdad. Solo piense que, de ganar un 5% anual como utilidad sobre ese patrimonio, cuánto tiempo tomaría duplicar su tamaño?



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