Chile necesita una nueva constitución. Esa ha sido desde la izquierda y desde los sectores democráticos una demanda histórica. No obstante, no toda nueva constitución es positiva para Chile.
Hoy observamos que el “Consejo Constitucional”, con mayoría de la derecha más extrema, nos enfrenta a una propuesta inaceptable, que implica un serio retroceso democrático, civilizatorio y de derechos humanos.
Un proyecto de constitución que, hasta ahora, propone limitar el derecho a huelga y a la organización sindical; los derechos sexuales y reproductivos; impedir el reconocimiento de los pueblos indígenas; reducir la representatividad del Congreso; impedir la paridad; constitucionalizar las AFP e Isapres, todo lo cual representa una vuelta hacia los años más oscuro de Chile.
Chile Vamos junto a la derecha republicana, han sobrepasado cualquier limite tolerable para la construcción de un país democrático, que necesita derechos sociales y políticos mínimos. Se nos intenta imponer una constitución aún más extremista y retrógrada que la de 1980.
Por ello, hacemos un llamado a las organizaciones sociales y políticas a estar alerta ante este proceso, que, de culminar con las propuestas hasta ahora conocidas, implica un grave retroceso. Para Plataforma Socialista (PFS) un proyecto como este, solo puede terminar siendo rechazado.
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